La institución, fundada por Blasco Ibáñez en 1903, ha sido galardonada por “la vindicación y promoción de una educación y formación permanente valenciana: crítica, activa, popular, trabajadora y ciudadana”
El XXV premio Ciudad de Dénia para la Formación de Personas Adultas, otorgado en la Universidad Popular de València, se ha entregado este mediodía en la Sala de Plenos del Ayuntamiento de Dénia. La presidenta de la Universidad Popular de València y concejala de Bienestar y Derechos Sociales del Ayuntamiento de València, Isabel Lozano, y el jefe de la Sección Técnica de la universidad, Andrés Palop, han recibido el galardón, creado especialmente por Castejón para este premio, de manos del concejal de Cultura de Dénia, Raúl García de la Reina.
García de la Reina ha destacado que el acto de hoy era “doblemente especial” porque el premio cumple 25 años y porque el galardonado de esta edición tan significativa, la Universidad Popular de València, “es un referente de peso, histórico, en el ámbito de la formación de adultos”. La Universidad Popular de València –ha añadido- recoge “un legado que se fundamenta en la voluntad de extender la cultura en todas las clases sociales, fomentar una capacidad crítica, la democracia participativa, una ciudadanía informada y consciente, activa políticamente. Una Universidad transformadora de la sociedad”.
Iolanda Corella, representante del Taller de Renovación de la Educación de Personas Adultas, que junto con el Instituto Paulo Freire fueron las entidades que presentaron la propuesta de candidatura de la Universidad Popular de València, ha subrayado que el premio Ciudad de Dénia para la Formación de Personas Adultas visibiliza “referentes de buenas prácticas que testimonian que una educación de adultos democrática, ciudadana y arraigada en el territorio es posible e imprescindible”.
Corella ha afirmado que la Universidad Popular de València “es merecedora de este reconocimiento” al tratarse de una entidad “que bebe del pensamiento y la praxis de la Institución de Libre Enseñanza y lleva en la médula la voluntad de esparcir la cultura a todas las clases sociales”. Se ha referido también a la historia de la institución: fundada por Blasco Ibáñez en 1903, silenciada durante los 40 años de dictadura y que retomó la actividad en 1984 impulsada por el Ayuntamiento de València.
En la actualidad tiene una red de treinta centros repartidos por los barrios de la ciudad, especialmente los periféricos, una oferta de 450 cursos y talleres, más de 100 personas formadoras y 5.000 personas participantes anualmente.
Para finalizar, Iolanda Corella ha resaltado que la Universidad Popular de València “pone especial atención y cuidado en la convivencia, la interculturalidad, la inserción social y laboral de las personas, favorecer la igualdad de oportunidades y el fomento de actividades éticas que luchan contra la desigualdad y la exclusión”; rasgos, todos ellos, que reconoce el premio FPA recibido hoy.
Por su parte, los representantes de la Universidad Popular de València han coincidido en destacar que iniciativas que facilitan el aprendizaje a lo largo de la vida “son más necesarias que nunca” en el contexto actual como “espacios saludables de encuentro ciudadano y socialización presencial” y consideran que este tipo de instituciones como la que ellos representan “dejarán de hacer falta cuando haya una ciudadanía realmente participativa, cuando esa utopía se cumpla”.