Por tercer año consecutivo, el Área de Arqueología y Museos se ha sumado a las Jornadas Europeas de Arqueología, una iniciativa que tiene como propósito dar visibilidad al patrimonio arqueológico con el fin de promover la participación activa de la sociedad en su conservación y difusión, esto es, fomentar una cultura arqueológica responsable.
Este año el acontecimiento se ha organizado alrededor de las mujeres en la Prehistoria a través de conferencias y del análisis de una de sus huellas más emblemáticas, el arte rupestre, del que nuestro término municipal solo cuenta con una manifestación de estas características, la cueva de la Catxupa.
Jaume Sau, historiador del Arte, experto en difusión del patrimonio y gran conocedor del abrigo, ofreció el pasado sábado la conferencia al aire libre “La Catxupa, un imperio de arte levantino”.
El abrigo de la Catxupa cuenta con un plafón repleto de figuras que componen una escena extraordinaria. Arqueros, de los cuales podemos distinguir detalles como el perfil o la vestimenta, se dirigen hacia una escena central donde pasan cosas que se adivinan trascendentales, protagonizadas por mujeres. Los personajes se desarrollan en un universo natural de cabras, bueyes y ciervos. Descubiertas en 1990, forman parte del arte rupestre del arco mediterráneo peninsular declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco el 1998.
Por su parte, la sala de la Biblioteca Municipal de Dénia se llenaba viernes 13 de junio de personas interesadas en nuestro pasado prehistórico. Frente a los hombres cazadores y mujeres ausentes y pasivas del imaginario colectivo, se desplegó un abanico de evidencias arqueológicas de la participación fundamental de las mujeres durante la prehistoria.
Los avances de los estudios de ADN, que complementan la paleontología, permiten hoy en día identificar no solo el sexo de los esqueletos sino también el parentesco de los restos humanos o reconstruir la apariencia física (fisonomía y color de ojos, cabello y piel). Las hipoplasias dentarias revelan estrés nutricional y la edad de destete incluso de los neandertales, y los restos de estroncio en los cabellos de la mujer de Egtved (Dinamarca) aporta indicios de su movilidad insospechada entre Dinamarca y la Selva Negra. Entonces, ¿serían las mujeres las vías de transmisión del conocimiento y la cultura en el pasado más lejano?, preguntó una de las asistentes. ¿Cómo podemos interpretar la ausencia de mujeres en una necrópolis?, cuestionaba otro.
La importancia del contexto arqueológico y el estudio de los grupos humanos se revela fundamental para identificar el origen de la desigualdad y la distribución sexual del trabajo. La intervención en la caza paleolítica, la fortaleza física de las mujeres neolíticas, con un desarrollo muscular comparable a los deportistas de élite actuales, fueron algunos de los elementos que sorprendieron el público. Otros, como las figuritas femeninas paleolíticas o las escenas de parto y de recolección y danza en el arte rupestre levantino, fueron objeto de análisis detallado en las imágenes que circularon por la pantalla, como un preámbulo de la visita al yacimiento de la Catxupa que iba a desarrollarse el día siguiente.
Con el título “Las mujeres en la Prehistoria”, Paula Jardón Giner, arqueóloga, especializada en traceología prehistórica (disciplina que estudia las huellas de uso conservadas en las herramientas localizadas en los yacimientos) y profesora de Didáctica de las Ciencias Sociales de la Universitat de València presentó, junto con las evidencias científicas, reflexiones sobre la importancia de hacer una mirada inclusiva al pasado, en la investigación y difusión de los conocimientos, para recuperar la mitad de la historia de la humanidad, la de las mujeres, que nos pertenece a todos y todas y a la que podemos empezar a acceder desde proyectos como Pastwomen (https://www.pastwomen.net/), con la exposición en línea “Otras miradas al pasado”, Womens Legacy (www.womenslegacyproject.eu) y Relecturas (https://relecturas.es/proyecto/).
“Y es que, sin duda, el nuevo milenio es de las mujeres. Es una hipérbole, pero nunca como ahora se había promovido la investigación y la “Historia de las mujeres”. Pero, ¿por qué promover una Historia de las mujeres? Pues desde el convencimiento de que es posible elaborar discursos históricos inclusivos, desde posiciones rigurosamente científicas, conscientes de que escribir sobre las mujeres puede invitarnos a la reflexión y alentarnos a comenzar metodologías de investigación que vinculen a las mujeres con procesos históricos globales, donde no solo las estructuras económicas y políticas, tradicionalmente a manos de hombres, sean lo esencial, sino que consideren también la esfera privada: la familia, la salud, el trabajo doméstico, el cuidado de la prole, de los dependientes, la maternidad, la lactancia, la niñez, la atención de la muerte, acciones todas tradicionalmente femeninas y con peso específico en el devenir histórico de las sociedades humanas”, afirma la jefa del Servicio de Arqueología y Museos del Ayuntamiento de Dénia, Massu Sentí.